Mamparas de ducha para reformar el baño

reforma de baño con mampara abierta

Cuando pensamos en reformar el baño, ponemos especial atención en elegir un buen revestimiento, un pavimento acorde, sanitarios, griferías y demás elementos decorativos.

Sin embargo, la mayor parte de las veces no tenemos en cuenta hasta el final una de esas decisiones qué es tan importante como todo lo demás: la mampara de ducha.

Elegir la mampara de ducha adecuada es importante en una reforma del baño, ya que aporta aspectos tanto funcionales como decorativos en el diseño del cuarto de baño y forma parte del estilo de conjunto que queramos dar a esta reforma.

Lo recomendable para conseguir mayor percepción de espacio en la reforma es que sean de vidrio transparente, preferiblemente con tratamiento antical de fácil limpieza, que evitan el marcado de las gotitas cuando se secan, pero si el presupuesto no lo permite también las hay de materiales plásticos, mucho más ligeras y económicas. Si además se desea algo de intimidad, se puede colocar una franja de vinilo central que evite la visualización directa de la mayor parte del cuerpo, o bien optar por una puerta de cristal al ácido que la recubra entera, aunque en este caso la percepción de espacio del baño será menor.

En el mercado encontramos tipos de mamparas muy diferenciados en estilo, línea y acabado para responder en variedad de ambientes ya sean contemporáneos, rústicos, industriales, etc. Veremos que parámetros tener en cuenta para saber qué modelo de mampara se adapta mejor a las necesidades de la reforma del baño

¿Mampara abierta o cerrada?

La primera de las decisiones en nuestra reforma del baño, según sea el estilo de diseño de nuestra vivienda, es decantarnos por una ducha abierta y moderna, perfecta para baños amplios y contemporáneos, o una cerrada muy funcional en el caso de baños pequeños o de corte más conservador.

Mamparas abiertas con marco

Las mamparas abiertas permiten una mejor circulación en la zona de ducha y una mayor percepción de espacio, aunque tienen la desventaja de que si el vidrio no es lo suficientemente amplio o la ducha no tiene la suficiente pendiente, el agua al ducharse podría colarse hacia el resto del baño por la zona abierta. Si contamos con un espacio desahogado, en la reforma del baño podemos recurrir a una mampara abierta con marco, que como su propio nombre indica, nos servirá para delimitar el área de ducha gracias a un marco que servirá de soporte resistente y que nos permitirá contar con un fijo de vidrio anclado a la pared o al techo sin ningún tipo de apoyo adicional.

Mamparas abiertas sin marco

Más ligeras visualmente que las que cuentan con marco, este tipo de mamparas funcionan estupendamente si con la reforma del baño buscamos crear una sensación de total amplitud y ligereza. Su sistema de fijación es más delicado, mediante raíles empotrados en suelo y techo, perfiles laterales en acero o aluminio o pequeños anclajes específicos para vidrio, ya sea al muro lateral o al paralelo, según su diseño.

Las hay de vidrio lateral, de vidrio central o incluso de dos vidrios en esquina, y su aspecto resulta muy liviano y pulcro, y es ideal para baños minimalistas o para aquellos que deseen conseguir que su baño parezca mucho más grande.

Mamparas cerradas con marco

En reformas de baños de dimensiones importantes o geometrías complejas como techos bajos abuhardillados, se necesita una mampara cerrada, en la que un marco resulta imprescindible como estructura resistente a largo plazo, atrás quedaron los perfiles cutres de las primeras mamparas de ducha que salieron al mercado: Hoy en día contamos con perfilerías de líneas muy sobrias y elegantes o de líneas más industriales para todos los gustos.

Mamparas cerradas sin marco

Si con la reforma del baño buscamos una estética liviana pero no queremos renunciar a la estanqueidad de una mampara cerrada, podemos recurrir a su versión sin marco, que proporcionará un espacio cálido y visualmente muy sutil, perfecto en casi cualquier ambiente.

Tipos de mamparas según el sistema de apertura

Si en la reforma del baño nos hemos decantado por una mampara cerrada o estanca, deberemos decidir a continuación qué sistema de apertura va más con nuestra filosofía, si una puerta de mampara abatible o corredera. No sólo por estética, sino también por funcionalidad.

Mamparas abatibles

Si contamos con un baño amplio a reformar siempre será una opción muy válida, ya que carecen de raíl y a diferencia de las correderas no comen prácticamente espacio a la ducha, al encontrarse el fijo y la puerta en un mismo plano. Pueden abrirse hacia dentro o hacia fuera, lo que flexibiliza su apertura, y el único «pero» que se les suele poner es que al limpiarlas o simplemente al salir de la ducha gotean por su zona inferior y acaban mojando el suelo, lo que al final obliga a abrirlas siempre hacia dentro.

Dentro de las mamparas  abatibles también podemos encontrar distintos modelos. El más habitual cuando la ducha va de pared a pared es el de un fijo + puerta lateral, típico de baños estrechos y alargados en los que el espacio libre para el paso a la ducha queda en un lateral, dado que en el otro se encuentran el lavabo y el inodoro.

Otra opción en una reforma de la mampara del baño es contar con 2 fijos laterales + una puerta central o 2 fijos + 2 puertas centrales, más típico de baños amplios o de aquellos que disponen de sanitarios en ambos muros laterales, dejando el paso central del baño para el acceso a la ducha.

Tipos de mamparas de ducha

Otra tipología de reforma de baño en cuanto a las mamparas y muy interesante y práctica para espacios pequeños es la mampara con 2 fijos + 2 puertas abatibles en esquina, muy típica de duchas cuadradas o rectangulares que forman un ángulo, resultando muy cómodas de acceder al abrir ambas puertas hacia fuera entrando por la esquina.

Mamparas correderas

Las mamparas con puertas correderas aprovecha mejor el espacio en la reforma del baño y nos ofrecen una visión menos particionada y más limpia del espacio de ducha que las de puertas abatibles, ya que el despiece del vidrio es mínimo. A cambio, necesitan de un raíl superior para que la puerta corra, por lo que nivel de estética salen perdiendo respecto a las mamparas abiertas sin puerta. No obstante, el raíl en este caso puede convertirse en un elemento de juego a favor, ya sea mostrándolo directamente u ocultándolo en perfilería específica. 

Las mamparas correderas más típicas suelen ser de tipo fijo + apertura lateral, para aquellas duchas que van de pared a pared. No obstante, al igual que en el caso de las abatibles, si el acceso ideal a la ducha es por la parte central, existe la opción de colocar una mampara de 2 fijos + doble ó simple puerta central:

También en las mamparas correderas existen un par de tipologías específicas que resultan de lo más prácticas: La de doble apertura sin fijos, que permite entrar a la ducha ya sea por la izquierda o por la derecha indistintamente, así como la de 2 fijos + doble apertura en esquina para duchas en ángulo (ya sean cuadradas o rectangulares), con las mismas ventajas que las vistas en las mamparas abatibles.

Mamparas curvas

Finalmente, cuando la reforma del baño o el diseño requieran de duchas o bañeras curvas. Aunque no somos particularmente fans de este tipo de duchas, ya que desaprovechan el espacio de la esquina y hacen más incómoda la ducha en el interior, sí son muy comunes en numerosos baños. Y aunque la mayor parte de sus propietarios solventan su cierre con una barra y una cortina, lo cierto es que existen mamparas curvadas que se adaptan a su forma redondeada, permitiendo una estanqueidad total y mayor practicidad que una cortina convencional. Suelen tener formato corredero más que abatible, pero también las hay de estas últimas.